El IEFPA participó en importante Congreso Internacional
Se trata del I Congreso Internacional en Tributación Ambiental y Economía Circular, realizado en España los días 28 y 29 de noviembre pasados.
Por Ecolatina, 20.04.2016
Esta semana el INDEC publicó los datos correspondientes al Intercambio Comercial Argentino (ICA) de marzo. Con él, se cierran los números del primer trimestre del año, permitiendo analizar el impacto de las medidas tomadas por el nuevo gobierno en el frente externo.
En los primeros tres meses del 2016 el saldo comercial arrojó un déficit de casi US$ 400 millones (M). Si bien todavía en el terreno negativo, esto implica una mejora de US$ 800 M en relación al rojo del mismo período del año pasado (US$ -1.200 M). El primer trimestre del año tiende a mostrar un magro desempeño comercial, es por esto que el acotado déficit observado permite ser optimista acerca de la posibilidad de que 2016 cierre con superávit.
Esta mejora en el saldo fue explicada tanto por el crecimiento de las exportaciones como por el descenso de las importaciones. Luego de 30 meses consecutivos de contracción interanual, las ventas al exterior crecieron un 3%, pasando de U$S 12.000 M en los primeros tres meses de 2015 a US$ 12.400 M para igual periodo de 2016. Si bien esta mejora es leve, hay que destacar que se debió a un fuerte repunte de las cantidades vendidas (+20% i.a.) que compensaron las generalizadas caídas de precio de nuestras exportaciones (-14% i.a.).
Las importaciones también aportaron a la contracción del déficit comercial. La merma interanual llegó a 3%, descendiendo desde los US$ 13.200 M observados durante el primer trimestre de 2015 hasta US$ 12.800 M en igual periodo de 2016. Esta variación responde a una caída en los precios (-12% i.a.) que no logró ser compensada por el aumento en las cantidades (10% i.a.).
En un contexto recesivo, los aumentos en el volumen importado (por caso, los bienes de consumo mostraron incrementos de 14% i.a.) dan cuenta de una relajación de las restricciones a las importaciones respecto a los años en que las DJAI operaron para reducir la demanda de divisas en un intento de frenar la continua pérdida de Reservas Internacionales.
Las exportaciones agrícolas dinamizaron las ventas del periodo
Como marcamos, el primer trimestre del año mostró signos de leve mejoría en el comercio exterior y el dinamismo de las exportaciones fue clave para explicar este resultado. Se hace relevante entonces entender cuáles fueron los factores que impulsaron las ventas argentinas al resto del mundo en el periodo en cuestión.
Las exportaciones de Productos Primarios y Manufacturas de Origen Agropecuario fueron determinante en la mejora observada en el primer trimestre. No sólo porque incrementó el valor de sus ventas 23% hasta alcanzar los US$ 8.600 M, sino porque ese resultado se explicó completamente por incrementos en las cantidades que sobre compensaron las generalizadas caídas de precio. Por caso, las ventas de productos primarios crecieron 65% en cantidades y similar situación se observó en la exportación de Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) las cuales mostraron una expansión de casi 45%.
Detrás de estas variaciones se encuentra el set de medidas que el gobierno llevó adelante ni bien alcanzó el poder. Gracias al aporte de la agroindustria (liquidó casi US$ 6.000 M en los primeros tres meses del año, el mayor monto histórico para un primer trimestre) la apertura del cepo cambiario implicó una devaluación más acotada de lo que podría haber sido.
De cara al resto del año, es poco probable que el sector agropecuario mantenga el dinamismo observado en los primeros meses. Las variaciones recientemente observadas responden a la venta excepcional de la cosecha stockeada durante 2015, por lo que esperamos que los próximos incrementos de las cantidades vendidas sean más acotados.
Además, durante abril el exceso de precipitaciones generó inundaciones en importantes zonas agropecuarias del país, siendo Santa Fe y Entre Ríos las provincias más perjudicadas. Es difícil cuantificar las mermas ocasionadas en maquinaria agrícola, aunque sí hay cierto consenso acerca del impacto de esta situación sobre la cosecha.
De acuerdo a diversos estudios (Sociedad Rural Argentina, Ministerio de Agroindustria, Bolsa de Cereales de Rosario) las pérdidas de soja alcanzan 4 M de toneladas (Tn.). Esto implica una caída del orden del 6% respecto a las estimaciones previas de la campaña sojera (cercanas a 60 M de Tn). De todas maneras, la contracción en términos de divisas no es lineal ya que el precio internacional de la soja está experimentando un leve repunte (+7,5% en abril vs. el promedio del primer trimestre) causado, entre otras cosas, por la caída en la oferta de la región. Si los precios continúan mostrando esta tendencia, es posible que la perdida ocasionada por las lluvias sea compensada por el incremento en precios.
El set de medidas instrumentadas desde el gobierno fue suficiente para incentivar la venta de granos y de Manufacturas de Origen Agropecuario y así evitar un overshooting cambiario, pero no parecen ser suficientes para incentivar la venta de Manufacturas de Origen Industrial (MOI). Los bienes industriales cayeron 22% i.a. en el primer trimestre, producto del brusco descenso del volumen exportado (-17% i.a.), y menos precios (-6% i.a.)
Buena parte de esta contracción responde a la situación de Brasil (el valor de las MOI exportadas al país vecino cayó 31% i.a., mientras que al resto del mundo sólo 16% i.a.) la cual dista de ser ideal. Desde mitad de 2014 que su PBI no encuentra freno a su caída. Por caso, el producto del último trimestre de 2015 (último dato disponible) fue similar al del cuarto trimestre de 2010. Si bien este es un problema que excede el marco de acción del nuevo gobierno, sí es una señal de alerta para una gestión que ha explicitado su interés en dinamizar las ventas argentinas al resto del mundo.
Por último, el desplome de las ventas de combustible y energía en el primer trimestre (-45% i.a.) se debió tanto por el descenso de cantidades y precios (25 y 26% i.a. respectivamente) en un contexto crítico del sector por el derrumbe de los precios internacionales del crudo.
Durante 2016 la balanza comercial será superavitaria
Los datos presentados por el ICA bajo la nueva conducción del INDEC rectificaron las cifras de los últimos años, ratificando que en 2015 hubo déficit como anticipaban los datos de la base usuaria que analizamos en nuestros informes (ej: ver ISE 1045). Por ende, el actual gobierno heredó una situación deficitaria en el comercio exterior.
Como marcamos, el primer trimestre muestra ciertos signos de mejoría: incrementos importantes en las cantidades exportadas, los cuales a pesar de verse moderados por la reducción en los precios internacionales, alcanzaron para apuntalar las exportaciones tras diez trimestres consecutivos de caídas. Además, mirando la recuperación de los precios internacionales de los productos agrícolas (especialmente, soja) es factible que sus valores de venta comiencen a acompañar a las mayores cantidades vendidas.
Sin embargo, no todas las perspectivas son buenas a la hora de analizar el porvenir del comercio exterior. Un mundo que cuenta con stocks remanentes y una demanda global anémica, sumados a que Brasil, nuestro principal socio comercial, cae desde mediados de 2014, no apuntala las ventas externas y amenaza por el lado de las importaciones.
Además, si bien el set de medidas aplicado por el gobierno funciona como un incentivo a las exportaciones, es probable que en los próximos meses se configure un escenario de apreciación cambiaria (menor a la experimentada a fines de 2015, pero aún relevante). Asimismo, cuando se concrete el repunte de la economía y de la inversión en particular, esperamos un fuerte crecimiento de las importaciones.
Para el corriente año estimamos que el resultado comercial será levemente superavitario (en torno a US$ 1.500 M), gracias al impulso de las exportaciones agroindustriales y la anemia de las importaciones. Pese a menores restricciones a la compra de bienes del exterior, no esperamos un repunte significativo de las importaciones por la contracción de la actividad.
Ahora bien, si el gobierno logra a partir de 2017 recuperar una senda de crecimiento, es probable que las importaciones de bienes vuelvan a superar las exportaciones. Más allá de las medidas del gobierno para apuntalar las ventas argentinas al resto del mundo, la recuperación de la inversión (intensiva en bienes de capital importados) y la persistencia de cierto atraso cambiario pueden imprimir a las importaciones un incremento difícil de igualar.
http://fortunaweb.com.ar/2016-04-29-177363-el-comercio-exterior-bajo-la-lupa/
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