El IEFPA participó en importante Congreso Internacional
Se trata del I Congreso Internacional en Tributación Ambiental y Economía Circular, realizado en España los días 28 y 29 de noviembre pasados.
Por Diego Genoud, La Política On Line, 17.04. 2016
Muestra un entusiasmo que pocos se animan a exhibir. Dice que Argentina va a recibir capitales y créditos externos por 50.000 millones de dólares en los próximos tres años, afirma que el sector agroalimentario ya comenzó a invertir y que -para el segundo semestre del año- habrá desembolsado nada menos que 30.000 millones de dólares y sostiene que la reciente visita de Barack Obama no altera la ecuación principal de Argentina, que tiene a China como norte ineludible. Formado en el marxismo dentro del Grupo Praxis que lideraba Silvio Frondizi, amigo personal de Jorge Mario Bergoglio desde que en la década del ‘70 lo convocó para que diera clases en la Universidad del Salvador, directivo periodístico de diarios como Convicción, Tiempo Argentino y El Cronista, enamorado del menemismo al que tributó como funcionario, Jorge Castro es hoy uno de los analistas de política internacional más escuchados. “El vínculo fundamental en términos económicos, de comercio, de inversiones no es más ni con Estados Unidos, ni con Europa: es con China. El ciclo de los commodities no está agotado porque la demanda asiática se mantiene y va a crecer”, asegura
¿Por qué dice que Argentina está en un momento crucial para su historia?
Porque ha reaparecido en el sistema internacional después de 12 años de conflicto y aislamiento. Se llega al acuerdo con los holdouts en un momento en el que hay una situación de híper liquidez en el sistema financiero mundial, con las tasas de interés más bajas de la historia. Más del 25 % del total del PBI mundial está cubierto hoy por tasas de interés negativas. Se ha acelerado la inversión extranjera directa desde los países avanzados a los países emergentes. Pero además Argentina es el país de América Latina que tiene el menor nivel de endeudamiento público y privado. Lo que hay que prever, en estas condiciones, es que Argentina va a conseguir un total de créditos, inversiones, capitales del orden de los 50.000 millones de dólares en los próximos 3 años.
En los próximos tres años, Argentina va a recibir capitales del orden de 50.000 mil millones de dólares, entre créditos e inversiones.
Esa es la gran apuesta del gobierno de Cambiemos, la lluvia de inversiones tan anunciada.
Con la eliminación de las retenciones, el fin del cepo y la devaluación inicial del 35 % en los meses diciembre y enero, se pone en pleno despliegue el potencial agroalimentario de la Argentina. Somos uno de los 3 países de mayor potencial agroalimentario del mundo de hoy y teníamos hasta diciembre pasado un potencial no utilizado de más del 30 %.
¿A qué sectores van a llegar las inversiones?
Mire, la primera de las inversiones es de orden interno. El sector agroalimentario, con recursos propios, va a invertir hasta el segundo semestre del año una cifra que puede estimarse en 30.000 millones de dólares, que es una parte –el 20 %- de lo que los argentinos tienen en el exterior o en cajas de seguridad, alrededor de 250.000 millones de dólares. Argentina tiene el mayor nivel de ahorro per cápita de toda la región, por encima de Chile, de Brasil y de México. Esos 30.000 millones de dólares están invirtiéndose ya. Las inversiones externas van a ir al sector de distribución y generación de energía, a las empresas industriales de alimentos y al sector de telecomunicaciones y medios de comunicación.
La caída de Brasil
¿Cómo afecta a la Argentina que Brasil, su principal socio para la inserción en el mercado mundial, esté atravesando una crisis política y económica?
Fundamentalmente en las exportaciones de la industria automotriz. Las terminales de los dos lados son grandes empresas trasnacionales. Más del 80 % de las exportaciones argentinas en ese sector se dirigen al mercado brasileño y la demanda ha caído más del 30 % en los últimos 3 años. Eso explica las suspensiones e incluso los despidos en las grandes terminales de la Argentina.
¿Eso condena a la Argentina a perder el escaso peso industrial que tiene su economía?
No, pero obliga a profundizar el proceso de complementación y de integración con Brasil –que se inició hace 10 años- para orientar las exportaciones hacia terceros mercados. La industria radicada en Brasil tiene en el mercado interno el cuarto mercado del mundo. La industria automotriz de la Argentina es parte de la producción de Brasil, representa más del 30 %.
¿Somos una subsidiaria?
No, no. Es un proceso de integración. El vínculo entre las dos industrias es el tercer núcleo productivo de la industria automotriz mundial. El primero es Europa, el segundo es China, el tercero es acá. La Fiat produce más en Brasil y Argentina que en Italia.
Y en lo político ¿coincide con los que ven una ola de mani pulite que puede arrastrar a varios países de América Latina?
Creo que el caso de Brasil es particular. Asistimos al agotamiento del mecanismo de acumulación -creado por la sustitución de importaciones- centrado en el Estado y orientado hacia el mercado interno. Desde la década del 30’ con Getulio Vargas, el Estado brasileño ha cumplido el papel de principal asignador de recursos del mercado y eso se ha agotado. El trasfondo de la crisis política es que la economía no crece hace 6 años, que el PBI industrial entró en contracción hace 4 años y que la tasa de crecimiento potencial de la economía es hoy de 2 % anual o menos. Sobre esa base, la crisis brasileña ha adquirido un carácter orgánico. Además, hay una crisis del Estado por el enfrentamiento entre el Estado y la sociedad civil.
China es el Norte
¿Qué piensa cuando escucha que vuelven las “relaciones carnales” con Estados Unidos?
¡Nada! ¡Ni pienso, ni escucho siquiera! ¡Es un disparate que no tiene importancia! Es otro mundo. Aquello era el fin de la guerra fría. Ahora Estados Unidos comparte las decisiones estratégicas en materia de gobernabilidad con la República Popular China, hay que darse cuenta. La primera economía del mundo en términos de ingreso real per cápita de la población medido en capacidad de compra doméstica no es más Estados Unidos: es China. El vínculo fundamental en términos económicos, de comercio, de inversiones no está más ni con Estados Unidos, ni con Europa, está con China.
Es decir, que la visita de Obama no cambia la ecuación principal para la Argentina, que mira más hacia China que hacia Estados Unidos.
No le quepa la menor duda. Toda la región está mirando hacia el continente asiático. China es el eje del consumo mundial en agroalimentos. Aunque se desacelere su economía, el ingreso real per cápita sigue creciendo 9 % por año. Los 500 millones de chinos que se incorporaron a la clase media serán 1000 millones en los próximos 5 años. Se acelera el proceso de transición dietaria, el vuelco masivo de la población al consumo de proteínas cárnicas. Eso significa que China importa cada vez más granos para la alimentación animal (soja, maíz y harina de soja) que son producidos por tres países en el mundo: Estados Unidos, Brasil y Argentina.
¿Por qué sostiene que el ciclo de los commodities no se agotó, pese a la baja de la soja?
Porque no se agotó. A partir de 2001, la demanda mundial de commodities comienza a crecer muy por encima de la oferta, a pesar de que ésta crece a niveles récord. En el siglo XX, la oferta crecía por encima de la demanda y el precio de los commodities caía 1 % por año. Ahora, es al revés, gracias a la demanda de India y China. La desaceleración de la economía china es la novedad y el dato fundamental del momento, que pasó del 11 % al 6,5 %. Es una caída de la demanda del 40 % en los commodities minerales y metales en los últimos tres años, pero no de los commodities agrícolas. La caída del precio de los commodities agrícolas tiene que ver con la súper cosecha de Estados Unidos en los últimos tres años. Es un shock de oferta, no una caída de la demanda. Ahora, ya, la Argentina reaparece y gana mercados como el del trigo, en el norte de África, que se ha ganado en estos tres meses.
Un sistema en continua crisis
Escribió sobre el derrumbe del sueño americano, la expansión de la economía acompañada por una caída del ingreso del 60 % de la población. ¿No puede repetirse algo simular en los países emergentes?
La aceleración del cambio tecnológico afecta sobre todo a la sociedad norteamericana, porque Estados Unidos es el país frontera del sistema. El capital humano insuficiente en relación al cambio tecnológico retrocede en materia de ingresos, mientras que aquellos que tienen una calificación alta en su fuerza de trabajo avanzan en forma extraordinaria.
Existe la posibilidad cierta que este año haya un triunfo de Donald Trump y eso afectará al mundo entero. Esta es la elección presidencial de Estados Unidos más importante desde la década del 30.
También en Argentina muchos hablan de que hoy existen trabajadores no competitivos.
Es que es exactamente el problema del mundo de hoy. La tasa de desocupación en Estados Unidos es del 5,6 %, casi pleno empleo. Pero al mismo tiempo la industria manufacturera norteamericana –la más avanzada en el mundo en materia tecnológica y de productividad- tiene ofrecidos más de 3 millones de puestos de trabajo que no se ocupan porque hoy no existen esos 3 millones de trabajadores preparados para ocupar esos puestos. Los que no ingresan son los que retroceden en sus ingresos, ese 60 % de la población. Esta es la base del fenómeno Trump, el grado de rechazo, frustración, incertidumbre, la desigualdad social…
¿Cómo se sale de ese cuello de botella?
No sabría decirle, la verdad. Se trata del capitalismo, un régimen en continua crisis, sobre todo desde el punto de vista social y político. Existe la posibilidad cierta de que este año haya un triunfo de Donald Trump y eso afecta al mundo entero. También Bernie Sanders es un producto de esta crisis. Esta es la elección presidencial más importante en Estados Unidos desde la década del ’30.
El Papa y Panamá Papers
¿Qué importancia le asigna al liderazgo de su amigo, el Papa Francisco?
Francisco es hoy una de las principales figuras de la política internacional del siglo XXI, no de la moral ni de la religión. En los últimos 15 años, la política internacional ha cambiado de naturaleza porque se ha consolidado una sociedad global creada por la técnica. Entonces, la cuestión fundamental ya no es la lucha por la hegemonía política sino cuáles son los fundamentos de la autoridad política capaces de guiar esa sociedad global creada por la técnica. Ahí Francisco, un jesuita que ha leído muy bien la doctrina de Juan Domingo Perón, juega un papel ineludible porque la política está subordinada a la técnica, sigue actuando en torno a realidades nacionales y territoriales, está retrasada.
¿Qué indica a su criterio la información conocida como “Panamá Papers”?
Indica lo que ya se sabía, por WikiLeaks y por Edward Snowden: no hay forma de mantener bajo secreto ninguna información relevante en ninguna parte del mundo. Ya se sabía que Panamá es uno de los paraísos fiscales más importantes. Hay una lista que ahora está a la luz. Es la tecnología moderna, son los hackers. Todos los dirigentes políticos del mundo de hoy saben que están obligados a actuar como si estuvieran en un reality show que funciona las 24 horas del día.
http://www.lapoliticaonline.com/nota/97114-brasil-enfrenta-el-final-de-un-modelo-de-desarrollo-basado-en-el-estado/
Se trata del I Congreso Internacional en Tributación Ambiental y Economía Circular, realizado en España los días 28 y 29 de noviembre pasados.
Ingresamos en una era de “competivismo” en la que los países desarrollan atractivos y se acercan a sus complementarios mientras discriminan al resto.
La idea de que las profesiones podrían optar por especializarse en la ilicitud como medio de vida refleja un escenario pesimista. No obstante, algunos estarán tentados a seguir este camino.