El IEFPA participó en importante Congreso Internacional
Se trata del I Congreso Internacional en Tributación Ambiental y Economía Circular, realizado en España los días 28 y 29 de noviembre pasados.
En el editorial del mes de noviembre, publicado antes de conocer el resultado de la segunda vuelta electoral, se sostuvo que la calidad de la democracia no depende solo del partido gobernante o de las decisiones de los políticos profesionales sino y fundamentalmente del compromiso ciudadano.
Continuando con esta línea, en el editorial de enero se planteó que para garantizar que el gobierno no se aparte de sus premisas (y promesas electorales) “los ciudadanos deberíamos trascender los límites de la charla de café y la crítica twittera para comprometernos en una verdadera participación en las múltiples instancias que la democracia habilita: presupuesto participativo, audiencia pública, recolección de firmas para realizar peticiones a los cuerpos legislativos, etc.”
En relación con este tema, hace algunas semanas el diario español “El País” realizó un interesante reportaje al prestigioso sociólogo polaco Zygmunt Bauman, quien ponía de manifiesto su escepticismo respecto del denominado “activismo de sofá”, que alude a la postura de algunos individuos que suponen que haciendo un click o insertando una firma en una petición colectiva que circula por Internet, los convierte en ciudadanos activos, protagonistas del destino colectivo.
¿Ilusión o realidad? ¿Pueden estas pequeñas acciones on line llegar a tener efectos transformadores de la realidad? ¿Pueden las redes sociales habilitar una mayor participación política? ¿Permiten construir gobiernos y estados más abiertos o constituyen una multiplicidad de voces heterogéneas que más allá de enriquecer un debate –en el mejor de los casos- no tienen incidencia alguna en la práctica política? ¿Constituyen instrumentos de una mayor democratización de las sociedades o un apenas generan un activismo digital que no se traduce en la arena pública real?
Para intentar dar respuesta a estos interrogantes, se sugiere ojear el mapa de lecturas recomendadas citado más abajo, ya que sin dudas la opinión de quienes han indagado sobre el tema en profundidad puede ayudar a elaborar algún tipo de síntesis propia sobre el tema.
Un primer punto a tener en cuenta sería que no siempre el activismo que requiere un click es falso o inútil. Como bien sostiene Antonella Perini en uno de los artículos que se comparten, “el clicktivismo puede evitar convertirse en sofactivismo si es parte de una estrategia más amplia o una fase de dicha estrategia. Por un lado y a nivel individual, aquellas personas activas en diversas causas fuera de la red, probablemente también lo sean de manera online. En cambio, aquellas personas que no suelen involucrarse fuera de la red dan mayor difusión a las demandas, pudiendo hacerlas llegar a quienes realmente se involucran o podrían involucrarse. (…) Por otro lado, cómo traducir las acciones online en acciones políticas reales va a depender en gran medida del diseño de las campañas por parte de las organizaciones o personas convocantes, desde un grupo que asegure la entrega de las peticiones a los actores pertinentes, hasta la integración de estas iniciativas a otros métodos de convocatoria, reforzando y dando soporte a métodos tradicionales.”
Para finalizar, otro aspecto fundamental para analizar ¿la trampa? de las redes, tiene que ver con evaluar críticamente el determinismo tecnológico. Estamos acostumbrados a observar cuán rehenes somos de los adelantos tecnológicos (la tecnología cura, destruye, nos comunica, acorta distancias) sin advertir que ella no se autogenera sino que, para bien y para mal, es un producto social, construido por sujetos individuales y colectivos que las imaginan, las diseñan, las fabrican y las mercantilizan.
En fin; en todo caso, nada resultaría más inapropiado que dar respuestas simples a problemas tan complejos; y, en lugar de plantear que todo cambia para bien o todo cambia para mal sería pertinente analizar las consecuencias concretas que la aplicación de las diversas tecnologías genera en los distintos ámbitos.
ENTREVISTA de RICARDO DE QUEROL, DIARIO EL PAÍS. 08.01.2016
Es la voz del 'precariado'. El sociólogo denuncia la desigualdad y la caída de la clase media. Y avisa a los indignados de que su experimento puede tener corta vida
Desde que planteó, en 1999, su idea de la “modernidad líquida” —una etapa en la cual todo lo que era sólido se ha licuado, en la cual “nuestros acuerdos son temporales, pasajeros, válidos solo hasta nuevo aviso”—, Zygmunt Bauman es una figura de referencia de la sociología. Su denuncia de la desigualdad creciente, su análisis del descrédito de la política o su visión nada idealista de lo que ha traído la revolución digital lo han convertido también en un faro para el movimiento global de los indignados, a pesar de que no duda en señalarles las debilidades.
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/30/babelia/1451504427_675885.html
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REVISTA voces en el fénix, N° 39
Por Gimena Perret, Doctora en Ciencias Antropológicas (UBA). Becaria Posdoctoral del CONICET/IIGG/UBA. Docente en el Ciclo Básico Común (UBA) y en la Universidad Nacional de General Sarmiento
Hoy en día se tiende a afianzar la idea de que la tecnología es en sí misma buena, bella y verdadera, olvidando el contexto social más general en el cual está inmersa, y los cambios que genera en distintos ámbitos de la vida de las personas. Es necesario generar un pensamiento crítico que permita repensar la relación ciencia-tecnología-sociedad.
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Pocas cuestiones sobre los sistemas democráticos pueden pensarse ya al margen de esa revolución tecnológica, porque apuntan al corazón mismo de los sistemas democráticos.
EL DIARIO
Máriam Martínez-Bascuñán, 01.11. 2014
El vertiginoso crecimiento de los dominios digitales comienza a plantear cuestiones muy relevantes en torno a la relación entre internet y democracia. En pocos años se ha producido una extensa bibliografía sobre ello. Esto por sí solo ya muestra la dimensión del fenómeno al que nos enfrentamos: con toda seguridad un cambio radical de paradigma, sin que aún no seamos del todo capaces de calibrar.
Sabemos, por ejemplo, que a partir de la revolución digital la soberanía de los estados no depende ya tanto del territorio como de la autonomía tecnológica. Algo que China y Estados Unidos en seguida entendieron muy bien. Hablamos de la idea de vigilancia y de los límites a la libertad en la era del Big Data, del concepto de deliberación y participación en tiempos de Twitter, de la noción de fronteras nacionales cuando éstas se encuentran en aeropuertos o en bases de datos que ni siquiera están “dentro” del país en cuestión. Nos referimos a la difuminación de los límites de lo público y lo privado en un momento en el que la exposición pública de lo privado es ya casi una virtud pública. Y esto por citar sólo algunos ejemplos.
http://www.eldiario.es/agendapublica/nueva-politica/Cuanta-democracia-redes_0_319518507.html
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Opinión, Por Héctor Faya Rodríguez,25.03. 2012
Tecnología es poder, y si la democracia se basa en una participación activa de los ciudadanos, debemos preguntarnos cómo puede ayudarnos la tecnología a mejorar los instrumentos de participación política. Sería bueno empezar a pensar, como decían Gore y Parker, en buenas herramientas ciudadanas, antes de que se diseñen otras para mantener el status quo: una débil participación ciudadana y una alta concentración de poder político y económico en pocas manos.
http://www.adnpolitico.com/opinion/2012/03/25/dos-caras-de-las-redes-sociales-en-democracia
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REVISTA voces en el fénix, N° 39
Por Guadalupe López, Periodista. Investigación, estrategia y entrenamiento en Medios Digitales y Redes Sociales. Coordinadora de Blogs en LA NACIÓN. Profesora en la carrera de Ciencias de la Comunicación. Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Profesora Master en Periodismo LA NACIÓN / Universidad Torcuato Di Tella
En los últimos años se han transformado de manera contundente el tiempo y el espacio de consumo de contenidos e información. Lo hacemos en cualquier momento, en cualquier lugar, desde múltiples medios y dispositivos. Esto hizo entrar en crisis al modelo de negocio del periodismo. Los nuevos modos de comunicar continuarán modificándose día a día, y con ello se vuelve inevitable la reestructuración de los medios de comunicación.
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REVISTA voces en el fénix, N° 39
Por María Sol Tischik , Lic. en Ciencia Política (UBA). Coordinadora de Gobierno Abierto. Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación. Responsable del Grupo de Trabajo de Gobierno Abierto del Foro de la Agenda Digital Argentina.
Alcanzar la instancia de un Gobierno Abierto supone una mayor participación ciudadana y la colaboración entre las distintas dependencias públicas, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado. Para ello, el rol de las nuevas tecnologías es fundamental, pero esto sólo será posible con mayores niveles de inclusión social.
“Aquellos gobiernos, o partidos, que no entiendan la nueva forma de hacer política y que se aferren a reflejos estatistas trasnochados serán simplemente superados por el poder de los flujos y borrados del mapa político por los ciudadanos tan pronto su ineficacia política y su parasitismo social sea puesto de manifiesto por la experiencia cotidiana (…) No estamos en el fin del Estado superado por la economía, sino en el principio de un Estado anclado en la sociedad. Y como la sociedad informacional es variopinta, el Estado red es multiforme. En lugar de mandar, habrá que navegar”. Manuel Castells
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Sitio Web Asuntos del Sur, Antonella Perini, 26.08.2015
¿Alguna vez firmaste una petición online en Change o Avaaz, tuiteaste el hashtag #BringBackOurGirls, #NiUnaMenos o #YaMeCansé, o bien pintaste tu avatar de Facebook con colores de la comunidad LGTB para apoyar el matrimonio homosexual? Si lo hiciste, formaste parte del clicktivismo.
Las redes sociales han generado puentes entre la acción y la intención al reducir los costos de participación en diversas causas. Sin embargo, estas pequeñas acciones online que toman muy pocos segundos, no siempre suelen transformarse en una acción real. Por esta razón, este tipo de activismo ha recibido con frecuencia y de manera peyorativa el nombre de activismo de sofá o sofactivismo (slacktivism en inglés).
Se trata del I Congreso Internacional en Tributación Ambiental y Economía Circular, realizado en España los días 28 y 29 de noviembre pasados.
El desarrollo tecnológico cada vez adquiere mayor protagonismo en el quehacer diario y no escapa a ello la relación fisco-contribuyente
Este instituto creado por la Receita Federal de Brasil incrementaría la percepción de riesgo además de favorecer la libre competencia de los agentes económicos