Instituto de Estudios de las Finanzas Públicas Americanas

Alejandro Rebossio, LA NACION, DOMINGO 15 DE MAYO DE 2016

Alicia Bárcena, bióloga mexicana y master en administración en Harvard, lleva ocho años al frente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Desde ese organismo de Naciones Unidas que históricamente defendió un pensamiento económico heterodoxo supo estrechar buenas relaciones con el gobierno de Cristina Kirchner. Pero en estos meses, Bárcena, que fue jefa de gabinete de la Secretaría General de la ONU -cargo que también ocupó la canciller Susana Malcorra-, ha sabido estrechar vínculos con la administración de Mauricio Macri. Y así queda reflejado en la entrevista telefónica que, desde Santiago, Chile, sede de la Cepal, mantuvo con LA NACION.

-¿Cómo ve la situación económica y social de la Argentina?

-Hemos visto con mucho interés lo que se ha hecho desde que llegó el nuevo gobierno. Hay aspectos muy interesantes que el nuevo gobierno ha tomado en sus manos y que han tenido impacto positivo en la economía argentina. Sin dudas, los cambios hechos han generado un ciclo diferente en relación al acceso al financiamiento. Antes de que llegara este gobierno había insuficiencia de divisas, una inflación elevada, fuga e incentivos a la dolarización, un déficit fiscal, una cierta distorsión de los precios. Vemos que la liberación del cepo cambiario, la eliminación de los derechos de exportación (retenciones), el cambio de precios relativos en cuanto a tarifas, por ejemplo, ha generado un ciclo distinto. Además nos parece sumamente interesante este pacto que logró el Presidente con las empresas privadas para evitar despidos, que son una de las preocupaciones centrales que estaban manifestándose por parte de la sociedad argentina. Así que hay un interés muy grande de todas las instituciones (multilaterales) de ver cómo van progresando las propuestas que está haciendo el gobierno del presidente Macri.


-¿Usted está trabajando en proyectos con el nuevo gobierno?

-Nosotros hemos tenido la oportunidad de trabajar con algunos de sus ministros, sobre todo, con Carolina Stanley, de Desarrollo Social, que estuvo por la Cepal. Estuvimos conversando sobre la política social y todo lo que está planteándose en la Argentina. No está planteándose retirar los beneficios sociales que ya se habían otorgado. Nos parece sumamemente importante que se mantenga, por ejemplo, la asignación universal por hijo. También estuvimos trabajando con el Ministerio de la Producción y fueron muy interesantes los planteamientos que hemos visto de hacia dónde están dirigiéndose los sectores productivos. Obviamente hay un estímulo muy interesante a la producción cerealera.


-Pero la economía argentina se contraerá este año?

-Nuestras previsiones, como las de otros organismos, son de que es probable que en 2016 la economía se contraiga un poco, un 0,8%, pero que hacia 2017 va a haber una importante reactivación. Claro que la situación de Brasil también afecta y tendrá que evaluarse cómo siguen las cosas en ese vecino tan importante para la Argentina.

-Macri cosecha elogios en el extranjero, pero internamente hay crecientes críticas por la caída económica, los despidos, una inflación más alta, la continuidad de la fuga de capitales?

-Es natural la preocupación no solamente en la Argentina sino en todo el continente. Nosotros sacamos esta semana un informe conjunto con la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y estamos viendo que el tema laboral es uno de los más relevantes para la gente. El empleo con derechos es lo que más puede ayudar al dinamismo de la economía. Es lógico que la gente esté preocupada por quedarse sin su fuente de ingreso. Ojalá la promesa empresaria de que no haya despidos por 90 días se pueda extender. En la región no solo preocupa que la tasa de desempleo esté aumentando sino que la calidad del empleo esté cambiando. El desempleo urbano aumentó 0,5 puntos porcentuales en 2015 con respecto a 2014, hasta el 6,5%, que aún no es una tasa muy alta, pero el problema es la calidad del empleo que se está permitiendo en este momento. El tema es la contracción del PBI. Es la primera vez que el desempleo aumenta desde 2009. La políticas que puedan ayudar a fortalecer las instituciones laborales y resguardar los empleos son el curso de acción que hay que tomar.

-¿Cómo puede volver a crecer con fuerza la Argentina y el resto de América latina?

-En el período de sesiones de la Cepal, que será en México del 23 al 27 de este mes, vamos a presentar un documento que dice que el crecimiento actual de las economías no está dependiendo de cada país individualmente, sino que tiene que haber un esfuerzo coordinado con los países desarrollados para que haya un mayor estímulo fiscal y monetario a la inversión. Lo que pasa es que los países superavitarios también están ajustándose. Entonces el espacio que les queda a los deficitarios, que son los nuestros, es muy poco.

-¿Los países latinoamericanos pueden hacer algo?

-La clave es cómo lograr darle a la estructura productiva mayor acceso al conocimiento, con mayor avance tecnológico, cómo nos subimos a la revolución industrial y tecnológica que hoy está tan vigente en el mundo. En este sentido, la Argentina lleva una gran ventaja porque tiene sectores tecnológicos avanzados, una estructura productiva muy interesante. Quizás lo que hay que hacer es dinamizar esa estructura productiva: la industria automotriz, la de biotecnología. La Argentina es una gran potencia agroindustrial. No podemos seguir dependiendo sólo de las materias primas en bruto sino que debemos darle valor agregado, y para eso tenemos que ponernos de acuerdo para generar plataformas regionales que nos permitan avanzar.

-¿Cuáles?

-El Mercosur tiene que funcionar; su acuerdo con la Unión Europea; la posibilidad de que la Argentina participe en los esquemas de la Alianza del Pacífico, es decir, cómo lograr que se estimule nuestro mercado interno regional, que es muy potente. Ahí es donde tendríamos que poner un poco el ojo. Hay que hacer coaliciones con el empresariado para lograr que ellos, en lugar de sacar sus capitales o invertir solo en activos financieros, se preocupen por generar alternativas productivas e industriales. Por eso proponemos acuerdos a nivel global, regional y nacional. Los países aprobaron el año pasado la agenda 2030 de desarrollo sostenible con metas muy importantes, como lograr la seguridad alimentaria, eliminar la pobreza en todas sus formas, alcanzar la sostenibilidad de las ciudades, pero el mediano plazo depende del corto plazo. Hay que tomar acción desde ahora para priorizar la energía renovable y reorientar sectores productivos hacia una mayor sostenibilidad.

-Es complicado encarar reformas así justo cuando no hay dinero en la región.

-Pero hay mucha liquidez en el mundo. Falta demanda, pero liquidez hay. El tema es que está en otros lugares y en otras manos. Entonces tenemos que presentarnos como una región atractiva, estable, segura, para que se pueda incentivar la inversión y la productividad. Necesitamos elevar la productividad y fomentar el empleo con derechos, que es lo que da inclusión social e igualdad. Nosotros estamos muy jugados con la igualdad, y en este sentido la Argentina avanzó mucho y hay que aprovecharlo.

-Pero a veces se paga mucha tasa de interés para atraer esos capitales y eso termina pesando en una mayor deuda.

-Por supuesto, pero una cosa es atraer deuda y otra es lograr ingresos permanentes para gastos permanentes. Lo que le ha pasado a veces a la región es que sus ingresos no permanentes, como los provenientes del extractivismo de recursos naturales, se han usado para gastos permanentes. Ahí se crean muchos desequilibrios. Tiene que haber cambios estructurales, fiscales, en la inversión, en la estructura económica, para lograr que los ingresos sean orientados a actividades más productivas.

http://www.lanacion.com.ar/1898699-alicia-barcena-hacia-2017-va-a-haber-una-importante-reactivacion-en-la-argentina

 

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